Visita a Sant Pere de Rodes y su entorno

La Serra de Rodes acoge escenarios naturales y elementos patrimoniales de primerísimo orden. La visita al monasterio de Sant Pere de Rodes nos permite conocer de primera mano esta joya del románico catalán, a la vez que disfrutamos de un mirador privilegiado sobre el Cap de Creus y descubrimos dos monumentos poco conocidos: el Castillo de Sant Salvador de Verdera y el pueblo medieval de Santa Creu de Rodes.

En función de nuestro punto de salida, podemos llegar al conjunto monumental de Sant Pere de Rodes desde Vilajuïga o desde El Port de la Selva. En ambos casos, nos encontramos con una carretera de bastantes curvas y con un desnivel que nos lleva hasta una altura de 520 metros sobre el nivel del mar.

Castillo de Sant Salvador de Verdera

Desde el aparcamiento vemos cómo el monasterio se levanta imponente frente a nosotros, mientras que al fondo disfrutamos de una magnífica vista sobre la línea de la costa. Una vez aquí, lo más recomendable es iniciar la ruta con energía, dejar la visita al monasterio para más tarde, y subir hacia el Castillo de Sant Salvador de Verdera, que se levanta sobre nuestras cabezas.
Para subir, debemos seguir un caminito que encontramos justo al lado del monasterio, y que sube hasta los 670 metros de altura. Es una caminata sencilla y apta para todos, pero es recomendable llevar agua y protección solar, sobre todo si realizamos la excursión en verano.
Las estructuras de esta magnífica fortaleza medieval que todavía se conservan, permiten hacernos una idea de sus dimensiones y relevancia defensiva. Desde lo más alto del castillo, podemos disfrutar de unas vistas excepcionales sobre los Pirineos Orientales y el Empordà. Es una visita que vale mucho la pena.

Monasterio de Sant Pere de Rodes

Deshacemos el camino para dirigirnos, ahora sí, hacia el monasterio de Sant Pere de Rodes. Es recomendable haber consultado previamente los días y horarios de apertura en su sitio web, así como las tarifas y posibilidad de contratar una visita guiada.
Esta joya arquitectónica del románico catalán tiene su origen en el siglo X-XI, y durante su momento de esplendor se convirtió en el centro monástico de referencia del condado de Empúries. Después de una larga etapa de abandono y decadencia, el monasterio fue restaurado durante los últimos años del siglo XX para conservar su estructura y hacerlo visitable.
Durante la excursión, podremos disfrutar de la historia y belleza que impregnan los distintos ámbitos que forman el conjunto arquitectónico: la iglesia, las dependencias y el claustro.
Seguramente, durante nuestra visita llegará la hora del almuerzo. El propio monasterio cuenta con un restaurante especializado en cocina tradicional que dispone de menú diario. Es aconsejable haber reservado mesa con antelación.

Pueblo medieval de Santa Creu de Rodes

El último punto de nuestra ruta es el poblado medieval de Santa Creu. Está situado a tan sólo un kilómetro del monasterio, sobre el parking.
El origen de este núcleo poblacional vinculado con el monasterio de Sant Pere de Rodes, lo encontramos en el siglo XI, aunque en el mismo lugar se ha podido documentar la existencia previa de una necrópolis de los siglos VIII-IX.
Todos los edificios que vemos se vertebran alrededor de la iglesia de Santa Helena, un bonito templo prerrománico que todavía mantiene en pie casi toda su estructura.
Los trabajos de excavación arqueológica y consolidación de las estructuras de este poblado medieval todavía están activas, así que es fácil ver estancias recientemente intervenidas.

Una vez finalizada la visita, podemos bajar hasta El Port de la Selva o Llançà y disfrutar del final del día en una de sus playas o calas, o paseando por su casco urbano.

Información extra: Unos días antes de realizar nuestra ruta, podemos informarnos de los precios y horarios de visita del monasterio de Sant Pere de Rodes en su sitio web