Ficha técnica
- Distancia: 26 km
- Niños: Apta para niños
L'Estartit
Las Illes Medes son un espectacular archipiélago situado frente a la costa de l'Estartit, lugar de referencia para submarinistas y amantes de los deportes náuticos. Pero no siempre fue así. Desde el siglo XVI, los pueblos de la Costa Brava sufrieron repetidos ataques por parte de piratas y corsarios que sembraron el terror entre la población. Las Illes Medes fueron una de las principales bases desde las que los piratas preparaban sus incursiones hacia tierra firme.
Empezamos nuestra ruta en el puerto de l'Estartit, dando un paseo por el espigón de Garbí, que nos ofrece una magnífica vista de la playa a nuestra derecha, del puerto a nuestra izquierda y de las Illes Medes.
Saliendo ya del puerto, seguimos nuestro camino hasta el final del paseo marítimo, que enlaza con el paseo de El Molinet. Es un tramo muy corto que merece la pena realizar con tranquilidad para disfrutar de las increíbles vistas. El trayecto termina en la Punta del Molinet, con un imponente acantilado que se levanta a nuestras espaldas y con unas espectaculares vistas de las Illes Medes.
Deshacemos el camino y volvemos al puerto. ¡Ha llegado la hora de conocer más de cerca la antigua base de los piratas!
Llegados otra vez al puerto de l'Estartit, encontraremos numerosos negocios dedicados a las excursiones en barco con fondo de cristal. Vamos a poder escoger entre distintas rutas y precios. Las rutas pueden ir desde un ida/vuelta a las Medes con parada para contemplar la fauna marina, hasta trayectos más largos que incluyen algunos de los rincones más espectaculares del litoral de l'Empordà.
Si después de la excursión nos queda algo de tiempo antes de comer, es recomendable dar un paseo por la calle Santa Anna, donde se ubican la mayoría de comercios de l'Estartit y donde se halla la pintoresca Torre del Rellotge. Por el camino también vamos a poder encontrar numerosas terrazas donde hacer un alto y tomar algo.
Si todavía no nos apetece tener que coger el coche, en l'Estarit vamos a encontrar una gran variedad de restaurantes aptos para todos los gustos y bolsillos.
Con las pilas otra vez cargadas, es el momento de volver a desplazarnos. Mientras salimos de l'Estartit vamos a poder ver la Torre Moratxa, una de las atalayas usadas para vigilar el mar durante la época de las incursiones piratas. Se trata de una pequeña edificación de piedra que observaremos si miramos a la izquierda de las antenas de comunicación que se hallan encima de la montaña de Rocamaura.
En la carretera que separa a l'Estartit de Torroella de Montgrí, vamos a poder ver a ambos lados de la vía diversas masías fortificadas, que también deben su origen a las medidas defensivas que tomaron los habitantes de esta zona para minimizar la amenaza de los piratas. Estas masías son propiedad privada y, por tanto, no son visitables.
Una vez llegados a Torroella, cruzamos el puente del río Ter y cogemos la carretera con dirección a Pals. A unos siete u ocho kilómetros vamos a encontrar a nuestra derecha el desvío hacia Peratallada, la siguiente parada de nuestra ruta.
Peratallada
Peratallada tiene en su núcleo histórico un espectacular conjunto arquitectónico que ha respetado su distribución urbana medieval.
En este punto, recomendamos que os dejéis perder por sus calles y vayáis descubriendo todos sus espectaculares rincones, como el Castillo o la Plaza de les Voltes. Seguro que durante esta parada la cámara de vuestro móvil va a echar humo!
Para llegar al final de nuestra ruta, vamos a hacer otro pequeño trayecto de 10 kilómetros hasta llegar al pueblo de Pals.
Pals
Podemos acercarnos hasta el pabellón deportivo y aparcar allí mismo o en las inmediaciones.
Subiendo por la calle Abeurador, vamos a adentrarnos en el núcleo medieval del pueblo. Llegados a la plaza Mayor, tenemos la opción de acercarnos a la oficina de turismo y buscar información sobre los principales rincones que visitar o, simplemente, perdernos por sus calles y dejarnos sorprender por el rico patrimonio histórico que vamos a ir encontrando a nuestro paso. No dejéis de visitar el mirador Josep Pla, un espacio privilegiado desde el que disfrutar de la belleza del Empordanet.
Si antes de terminar el día todavía nos queda algo de tiempo, podemos ir a la Platja Gran a disfrutar de la puesta de sol, desde donde podremos contemplar una distinta y espectacular perspectiva de las Illes Medes. Un magnífico fin para nuestra jornada.