Santa Maria de Roses
En el interior de la Ciutadella de Roses hallamos los restos del monasterio benedictino de Santa Maria de Roses. El edificio fue construido sobre los restos del antiguo asentamiento griego de Rodhe, y el año 1060 fue consagrado.
La paz que conoció el territorio gracias a la conquista de Carlomagno, permitió que la sociedad volviera a ordenarse administrativamente y aglutinarse alrededor de la vieja colonia griega. En este contexto de estabilidad, los monjes benedictinos fundaron el monasterio de Santa Maria en torno al año 960.
El monasterio vivió momentos de gran prosperidad económica que permitieron ampliar las dependencias y construir una nueva iglesia durante el siglo XI. Su decadencia se inició a partir del siglo XV a causa de diversos factores, entre los cuales podemos destacar las incursiones piratas, las guerras y la acción de la epidemia de la peste.
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Centro náutico de referencia
La actual Roses debe su origen a la colonia griega de Rhode, un núcleo fundacional que aprovechó la privilegiada ubicación de este territorio.
La bahía de Roses es un entorno magnífico para las actividades acuáticas, y acoge el puerto pesquero y el importante puerto deportivo. El vínculo del pueblo con la pesca es estrecho, y de él deriva una rica tradición gastronómica que ha dado lugar a la aparición de chefs de prestigio internacional como Ferran Adrià.
Tanto en el entorno como en el núcleo urbano de Roses, se juntan naturaleza y cultura con espacios de visita recomendada, como el Parque Natural de Cabo de Creus, los Aiguamolls del Empordà, el Castrum visigótico de Puig Rom o la imponente Ciudadela de Roses.
Roses cuenta con una variada oferta de hoteles y apartamentos de alquiler para disfrutar de una magnífica estancia.