Castillo de Montjuïc
El castillo de Montjuïc está situado en la parte más elevada de la banda norte de la ciudad de Girona, a 219 metros de altura.
Encontramos su origen a mediados del siglo XVII. Una vez terminada la Guerra dels Segadors, Girona se convirtió en un enclave defensivo estratégico ante la amenaza que suponía el ejército francés.
En los asedios ocurridos durante la Guerra del Francés, la fortaleza tuvo un papel defensivo muy importante para la ciudad de Girona. El 1811 fue ocupada por las tropas francesas, mientras que en 1814 fue dinamitada por el mismo ejército de ocupación en el momento de su retirada.
Actualmente, la fortaleza de Montjuïc está muy dañada. Es muy probable que entre finales del siglo XIX y principios del XX el recinto fuera utilizado frecuentemente como cantera y entrara en decadencia.
Visitar Girona
La confluencia entre la Costa Brava y los Pirineos
La ciudad de Girona ha conseguido establecer un perfecto equilibrio entre historia, cultura, gastronomía y ocio.
Girona se articula en torno a su impresionante casco antiguo, un espacio que acoge un gran número de rincones de obligada visita, como son la Catedral, la Judería (Call Jueu) o la Muralla.
A medida que nos alejamos de las edificaciones de piedra del núcleo antiguo y cruzamos el río Onyar, encontramos la Girona más actual y cosmopolita. La ciudad que se ha abierto al mundo gracias a su rica oferta de ocio y cultura, a la magnífica orografía que permite practicar deporte al aire libre en unas condiciones inmejorables, y a su gastronomía, de máxima referencia mundial.
A medio camino entre los principales pueblos y calas de la Costa Brava y los parajes más bellos del Prepirineo, Girona también es un espectacular punto de partida desde donde organizar salidas de un día para descubrir parajes de incalculable valor natural y paisajístico.
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