La Catedral de Girona y la Basílica de Sant Feliu son dos joyas arquitectónicas situadas en el corazón del Barri Vell de Girona. Ambas construcciones son testigo de la rica historia y el patrimonio cultural de la ciudad, destacándose por su imponente presencia y detalles arquitectónicos impresionantes.
Ambos monumentos tienen una gran relevancia religiosa y cultural, y ofrecen a los visitantes una oportunidad única para explorar la arquitectura histórica y las tradiciones espirituales de Girona. La Catedral de Girona y la Basílica de Sant Feliu son testigos vívidos de la pasión y dedicación que la comunidad ha dedicado a lo largo del tiempo para preservar su legado cultural y espiritual.