Blanes
La puerta de entrada de la Costa Brava
Éstas son las poblaciones que recorren el impresionante litoral de la Costa Brava, además de Girona, la capital de la provincia.
La puerta de entrada de la Costa Brava
Ocio, cultura y gastronomía para toda la familia
Arquitectura medieval en la Costa Brava
Riqueza cultural en todo su esplendor
Oasis novecentista
En el corazón de la Costa Brava
Enoturismo en la Costa Brava
El núcleo pesquero de referencia
Todo el encanto de un pueblo marinero
La serenidad de los marineros
Riqueza gastronómica y cultural
La esencia de una villa de pescadores
La huella de los indianos
El legado medieval
La reserva natural marina más impresionante
Gastronomía y tradición
Patrimonio cultural de referencia
Naturaleza y deporte en el Alt Empordà
El pueblo navegable
Centro náutico de referencia
Un pueblo de postal
El legado de Salvador Dalí
El placer de la naturaleza
Paisaje esculpido por la tramuntana
Un rincón aislado de las aglomeraciones
La despedida con la Costa Brava
La confluencia entre la Costa Brava y los Pirineos
Núcleo cultural e histórico
La mayor parte de los pueblos que encontramos repartidos en la extensión de más de 200 km que forma la Costa Brava tienen su origen en pequeños núcleos poblacionales de tradición pesquera. Desde la llegada progresiva del turismo a mediados del siglo XX, todos estos municipios han crecido y se han adaptado para poder acoger a los visitantes de todo el mundo que deseen conocer este maravilloso lugar de la costa mediterránea.
El frente marítimo abrupto que caracteriza al paisaje de la Costa Brava, ha permitido preservar muchos de sus principales espacios naturales de la presión urbanística. El encanto de estos paisajes inalterados, así como de los núcleos históricos de las villas, es lo que convierte a la Costa Brava en algo único.
Además, cada uno de los pueblos que forman la Costa Brava cuenta con un encanto e identidad propios. Desde la puerta de entrada a Blanes y hasta la frontera con Francia, tenemos la posibilidad de descubrir mil y un rincones, calas, playas y paisajes únicos e irrepetibles. Además, los municipios de Costa Brava cuentan con una rica oferta gastronómica y cultural que nos permite enriquecer aún más nuestra visita. El hecho de haber sido la puerta de entrada a la Península Ibérica de las principales culturas mediterráneas hace que la Costa Brava sea un lugar rico en patrimonio y un gran núcleo de confluencia cultural.